Equipos especializados de buzos continúan con la búsqueda meticulosa del rotor y el rotor de cola de una aeronave siniestrada, que se encuentran sumergidos a aproximadamente 12 metros de profundidad. Estas piezas son cruciales para la investigación en curso sobre el accidente, ya que proporcionarán información vital para determinar las causas del siniestro. Las operaciones, que se están llevando a cabo en condiciones subacuáticas complejas, requieren de una precisión milimétrica y habilidades técnicas avanzadas por parte de los equipos participantes. La localización y recuperación de estos componentes mecánicos podrían arrojar luz sobre los momentos previos al accidente y ayudar a establecer responsabilidades.
Las autoridades han intensificado los esfuerzos de búsqueda debido a la importancia de los componentes en cuestión. Además de los buzos, se están utilizando tecnologías de escaneo subacuático para facilitar la identificación de los objetos en un área donde la visibilidad es limitada. La búsqueda se enmarca dentro de una investigación más amplia que analiza distintos factores que podrían haber contribuido al accidente, desde posibles fallos técnicos hasta condiciones meteorológicas adversas. La comunidad internacional sigue con atención estos esfuerzos, esperando que los resultados contribuyan a mejorar la seguridad aérea y a prevenir futuros incidentes similares.
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