El buque de la Armada española, el Furor, ha zarpado durante la madrugada desde el puerto de Cartagena hacia el Mediterráneo oriental, con el objetivo de brindar asistencia a la flotilla humanitaria que se dirige a Gaza. Esta acción se produce tras las recientes agresiones sufridas por embarcaciones de varios países, lo que ha motivado a España e Italia a desplegar buques militares en la región. El Furor lleva a bordo una tripulación de 46 personas, además de infantes de marina y un equipo sanitario, preparados para intervenir en caso de necesidad. Sin embargo, el papel del buque no será el de escoltar a la flotilla, sino de mantener una vigilancia discreta y proporcionar apoyo si fuera necesario.
La misión del Furor se enmarca en un contexto internacional tenso, con críticas a la guerra del gobierno israelí en Gaza. Mientras Italia ha enviado dos fragatas, España ha optado por este Buque de Acción Marítima, equipado de manera más ligera. La nave se mantendrá a una distancia de radar para ofrecer seguridad a la flotilla sin asociaciones directas. La actuación del buque estará regida por unas Reglas de Enfrentamiento (ROE), elaboradas por el Ministerio de Defensa y el Estado Mayor, que limitan su capacidad de uso de armas ofensivas y cualquier actividad que pueda interpretarse como hostil. Se espera que estas directrices estén definidas antes de que el Furor alcance el área de operaciones.
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