En una entrevista con la revista TIME, el presidente de El Salvador admitió que no espera arrestar a medio millón de colaboradores de las pandillas. Esta declaración se alinea con las recientes medidas del gobierno para abordar la violencia de las pandillas en el país, pero también refleja las limitaciones prácticas de su estrategia de seguridad. El mandatario subrayó la necesidad de enfoques adicionales para combatir el crimen organizado de manera efectiva.
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