La Comisión Europea ha señalado la necesidad de una reforma fiscal en España, enfatizando el incremento de impuestos medioambientales para mejorar la recaudación y alcanzar un déficit estructural inferior al 3%. Bruselas sugiere que gravar prácticas contaminantes y eliminar beneficios fiscales podría aportar hasta 7.000 millones de euros adicionales. Además, insta al Ejecutivo a alinear su presión fiscal con la media europea y a enviar un plan fiscal actualizado en otoño. Junto a estas recomendaciones, la Comisión también aborda la mejora de la gestión del agua y la eficacia en la administración de fondos europeos, destacando la urgencia de estas medidas ante la creciente crisis climática.
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