La Comisión Europea ha anunciado que en diciembre se esperan «las primeras indicaciones» sobre el impulso a la fabricación de coches eléctricos pequeños en Europa. Esta iniciativa busca fortalecer la competitividad del sector automovilístico europeo y reducir la dependencia de importaciones extranjeras en un mercado que se acelera hacia la sostenibilidad. Las autoridades europeas consideran que este avance es crucial para cumplir con los objetivos climáticos del continente y fomentar la innovación local en la producción de vehículos eléctricos.
En este contexto, la Comisión ha trasladado a los fabricantes la importancia de desarrollar un coche eléctrico de tamaño reducido, con el distintivo «Made in Europe». Esta estrategia se alinea con las políticas de financiación y apoyo tecnológico que la Unión Europea está dispuesto a ofrecer para el desarrollo de una infraestructura sólida que sustente la movilidad eléctrica. Además, el enfoque en vehículos compactos responde a la creciente demanda de soluciones de transporte más asequibles y ecológicas en las zonas urbanas del continente.
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