La Comisión Europea ha acusado a Apple de violar las normativas de servicios digitales al imponer restricciones a los desarrolladores en su App Store, impidiéndoles redirigir a los clientes a otros canales de compra y aplicando comisiones cuestionables. Se ha dado a la empresa hasta marzo de 2025 para responder antes de una posible sanción que podría alcanzar el 10% de su volumen de negocios global, incrementándose al 20% en caso de reincidencia. Margrethe Vestager, vicepresidenta de la Comisión, ha subrayado la importancia de estas directrices para reducir la dependencia de los desarrolladores. Además, se investigan nuevas condiciones contractuales introducidas por Apple, incluida la estructura de tarifas conocida como «Core Technology Fee», y se evaluará la facilidad de acceso a aplicaciones alternativas. La Comisión podría imponer sanciones más severas si se detectan infracciones continuas, como la venta de partes de la empresa infractora.
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