El techo arancelario del 15% firmado el pasado verano entre las partes involucradas ha sido destacado por la Comisión como una medida crucial para garantizar la estabilidad comercial. Este acuerdo, que establece un límite máximo a los aranceles, funciona como una póliza de seguro, evitando así la posibilidad de que surjan tarifas más elevadas en el futuro. La medida es vista como un paso significativo para fomentar el comercio equilibrado y prevenir conflictos arancelarios que podrían afectar las economías implicadas.
La decisión de implementar este techo se considera un logro en las negociaciones, proporcionando un marco predecible para los intercambios comerciales. Al mantener los aranceles dentro de un rango controlado, se espera que el acuerdo impulse la confianza entre los sectores empresariales y fortalezca las relaciones económicas. Además, esta política arancelaria busca establecer un precedente para futuros acuerdos, promoviendo la cooperación internacional y asegurando un entorno comercial más justo y estable.
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