La Comisión Europea avanza en la simplificación de las normativas para empresas medianas, aquellas con menos de 750 empleados, en un esfuerzo por reducir las cargas administrativas y regulatorias. Tras una serie de consultas con las compañías afectadas, Bruselas planea eliminar los «10 obstáculos más dañinos» que impiden un funcionamiento eficiente del mercado único. Entre las trabas identificadas están las normativas complejas, la falta de reglas unificadas en todos los países de la UE y altos costes para el desplazamiento de trabajadores. Esta iniciativa, parte del cuarto paquete simplificador aprobado este año, podría beneficiar a unas 38.000 empresas, ahorrando aproximadamente 400 millones de euros.
Las simplificaciones propuestas abarcan diversos campos, incluyendo mercados financieros y protección de datos, permitiendo manejar datos solo de alto riesgo y haciendo uso de documentos digitales en lugar de físicos. Además, Bruselas estudia la creación de un régimen 28 de sociedades de derecho europeo para homogenizar normativas y facilitar trámites, un modelo que España intenta replicar a nivel local con un régimen 18. Estos esfuerzos buscan mejorar las condiciones del mercado interior, respondiendo a desafíos comerciales y optimizando el papel de empresas medianas, vitales en regiones rurales y no metropolitanas.
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