La empresa estadounidense Broadcom ha anunciado la cancelación definitiva de su ambicioso plan para construir una fábrica de microchips en España, apoyada por una inversión estimada en 1.000 millones de dólares (unos 920 millones de euros) y respaldada por fondos europeos del programa PERTE Chip. Lo que en 2023 se había celebrado como un impulso clave para la reindustrialización tecnológica española, se ha convertido ahora en una oportunidad desperdiciada y un golpe a la estrategia de soberanía semiconductora de Europa.
Negociaciones rotas y falta de interlocución política
Las conversaciones entre Broadcom y el Gobierno español comenzaban con fuerza en julio de 2023, cuando el presidente del Semiconductor Solutions Group de la compañía, Charlie Kawwas, se reunió con el presidente Pedro Sánchez en Moncloa. Sin embargo, a principios de 2024, las relaciones empezaron a enfriarse.
La sustitución de José Luis Escrivá por Óscar López como responsable de la cartera de Transformación Digital paralizó el proceso. Según fuentes oficiales, López no llegó a mantener ninguna reunión con Broadcom, algo que evidenció el desgobierno en el proyecto.
Geopolítica y estadounidense en volte-face
El contexto internacional también influyó. La elección del presidente Donald Trump en noviembre de 2024 endureció el clima para las inversiones tecnológicas estadounidenses en Europa, generando barreras adicionales para proyectos como el de Broadcom. Se señala que, tras su llegada al poder, otras joint ventures valoradas en 400 millones de euros también se vieron afectadas y acabaron canceladas .
¿Qué se ha perdido?
El proyecto habría supuesto:
- Creación de 500 empleos directos y miles en su cadena de valor local.
- Refuerzo de la producción de semiconductores tipo back-end, clave para pruebas, encapsulado y certificación.
- El impulso del PERTE Chip, que había destinado más de 12.000 millones de euros a relanzar la industria semiconductora española.
La planta se contemplaba inicialmente en Zaragoza, aunque el Gobierno nunca concretó oficialmente la ubicación.
La respuesta institucional: silencio
Tanto Broadcom como el Ministerio para la Transformación Digital declinaron realizar declaraciones cuando fueron contactados por Europa Press. No existe una comunicación oficial sobre si la compañía trasladará su proyecto a otro país europeo o reubicará la inversión en EE.UU.
Repercusiones para el PERTE Chip y la autonomía tecnológica europea
La cancelación representa un revés en la ambición europea de reducir dependencia tecnológica de Asia y EE.UU. Mientras Alemania avanza con inversiones de Intel (20.000 millones de euros) y Francia impulsa proyectos como SiPearl, España pierde la oportunidad de posicionarse en la cadena global de valor de semiconductores.
🗞️ Conclusión
La retirada de Broadcom marca un hito preocupante: evidencia la fragilidad de las estrategias tecnológicas ligadas a decisiones políticas inmediatas y al clima internacional. Si Europa quiere construir una industria de semiconductores sólida, las lecciones deben ser claras: mantener estabilidad institucional, negociar con continuidad estratégica y diseñar entornos respetados por los inversores globales.
¿La pregunta final? ¿España podrá recuperar credibilidad y atraer grandes proyectos en tecnología de baja dependencia? El reloj ya empezó a correr.