El panorama de la reindustrialización tecnológica en España ha sufrido un duro golpe con la cancelación del proyecto de Broadcom para construir una planta de chips en el país. Anunciado hace un año como una victoria crucial, esta inversión de 1.000 millones de dólares, que prometía impulsar el ecosistema microelectrónico español, ya no será una realidad.
Las negociaciones entre Broadcom y el Gobierno se rompieron a principios de 2024, sin posibilidad de reactivarse. La instalación, que se esperaba generara al menos 500 empleos directos en Zaragoza, buscaba reforzar el sector de ensamblaje y prueba de chips, crucial para disminuir la dependencia de Asia. Sin embargo, el cambio de liderazgo en el Ministerio para la Transformación Digital, de José Luis Escrivá a Óscar López, enfrió las relaciones, al grado de que López nunca se reunió con la empresa.
La situación se complicó aún más con la victoria de Donald Trump en las elecciones de 2024, lo que endureció la política industrial estadounidense y complicó acuerdos con socios europeos. Este cambio en el escenario internacional resultó ser un obstáculo insuperable, llevando a Broadcom a cancelar sus planes.
Este revés supone una gran pérdida para el PERTE Chip, el ambicioso plan español para atraer más de 12.000 millones de euros en inversiones para el sector de los semiconductores. Aunque otros proyectos siguen adelante, la cancelación de una planta física de este calibre resalta las dificultades de Europa para competir con Estados Unidos y Asia.
Ni Broadcom ni el Ministerio para la Transformación Digital han comentado sobre la ruptura de las negociaciones. Mientras tanto, la pérdida de esta inversión estratégica deja un vacío que se sentirá en el impulso industrial del país, marcando un paso atrás en la carrera global por el control tecnológico.
Más información y referencias en Noticias Cloud.