La aspiración de muchos británicos es disfrutar de su jubilación en España, pero la experiencia de Alan Brozel es un recordatorio de cómo esos sueños pueden tornarse en pesadillas. A los 50 años, Alan dejó Londres por la soleada Costa Blanca, sin embargo, 25 años después se encuentra en una situación desesperada. Con 74 años, se ha visto obligado a volver al trabajo como limpiador de casas y cuidador de mascotas, tras ser víctima de una estafa que le costó sus ahorros de toda la vida. Esta situación se exacerbó cuando la firma de inversión Continental Wealth Management, en la que invirtió 150.000 libras, cerró sorpresivamente en 2017, dejando a Alan y a otros pensionistas sin sus fondos.
El escándalo, que implicó a cientos de jubilados británicos, se agravó cuando Alan descubrió que su firma había sido falsificada para permitir inversiones de alto riesgo sin su consentimiento. A pesar de que logró recuperar su pensión estatal, esta no es suficiente para cubrir sus necesidades. Con la angustia de la precariedad económica, muchos de sus compañeros de infortunio han sufrido graves consecuencias, con algunos e incluso suicidios reportados. Alan expresa su desilusión: «Nos cambió la vida por completo» y confiesa haber contemplado regresar al Reino Unido ante la devastadora pérdida de sus ahorros y la incertidumbre que enfrenta.
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