La empresa ha anunciado una oleada de despidos como respuesta a lo que describe como una «contracción significativa» en el mercado de vehículos agrícolas, camiones y autobuses, una situación que se ha visto exacerbada por la creciente competencia procedente de China. Según los portavoces de la compañía, la decisión es un intento de ajustar su estructura operativa a una realidad económica que califican de desafiante, buscando mantener la viabilidad financiera en un entorno cada vez más competitivo. Los despidos afectarán a diversas plantas de producción, con un impacto destacado en aquellas localizadas en áreas que han sostenido, históricamente, una proporción significativa del empleo industrial.
El panorama actual obliga a la empresa a replantearse su estrategia para enfrentar el dinamismo del mercado chino, que ha ganado terreno considerable en el sector debido a su capacidad para ofrecer productos a precios más competitivos. Esta situación ha puesto de relieve las dificultades que enfrentan las empresas locales para mantener su cuota de mercado. Paralelamente, las autoridades locales y los representantes sindicales han expresado su preocupación por las implicaciones sociales y económicas que estas reducciones de plantilla puedan tener a nivel regional, instando a la empresa y al gobierno a buscar soluciones que amortigüen el impacto sobre los trabajadores afectados.
Leer noticia completa en El Mundo.