Braxima se ha consolidado como un proveedor indispensable en el sector de infraestructuras tanto en España como en Latinoamérica. La compañía, con sede en España, se especializa en la fabricación de tubos de acero para micropilotes y enfilajes, elementos cruciales para cimentaciones profundas y la estabilización de terrenos complejos. Esta especialización ha permitido a Braxima participar en proyectos estratégicos de gran envergadura, consolidándose como un referente en la industria.
Recientemente, los tubos de acero de Braxima han sido clave en la ejecución de obras significativas, como el recalce de la nave de ArcelorMittal en Gijón, la construcción de la presa del Andévalo en Huelva y la ampliación del túnel de La Avanzada en Vizcaya. Su papel se extiende también a proyectos de infraestructura logística, destacando su participación en la terminal portuaria de Sagunto, el centro comercial Leroy Merlin en Tenerife y una nueva estación de tren en Lugo. En todas estas obras, la empresa ha proporcionado tuberías de alta resistencia, adaptadas específicamente para cumplir con las demandas técnicas y geológicas particulares.
Las actividades de Braxima no se limitan al ámbito nacional. La empresa ha extendido su expertise a varios proyectos internacionales, incluyendo el túnel Pachuca en México, un túnel carretero en Santiago de Chile y una galería de acceso a un ascensor urbano en Teruel. Iniciativas donde sus productos han proporcionado la estabilidad y seguridad necesarias para afrontar condiciones geotécnicas desafiantes.
Uno de los pilares del éxito de Braxima es su capacidad de personalización. La fabricación de tubos de acero en diferentes diámetros, longitudes y espesores permite una adaptación meticulosa a cada proyecto. Esta flexibilidad, sumada a la estrecha colaboración con ingenieros y constructores, asegura la optimización del refuerzo geotécnico en cada obra.
Braxima también se compromete con la seguridad y la sostenibilidad. Los tubos paraguas y tuberías para micropilotes que comercializa ayudan a reducir vibraciones y minimizar los desplazamientos del terreno, limitando así el impacto ambiental de las construcciones. Esta aproximación no solo garantiza la integridad estructural, sino que también previene accidentes y posibles retrasos en los proyectos.
En definitiva, Braxima se posiciona como un actor de primera línea en el ámbito de la ingeniería civil, gracias a su oferta de productos fiables, soluciones personalizadas y un firme compromiso con la innovación y la sostenibilidad. La compañía sigue siendo un socio esencial para aquellos proyectos que demandan un elevado nivel de especialización y compromiso técnico, reafirmando su papel en la evolución de las infraestructuras modernas.