Sudamérica se niega a aceptar un papel secundario en el Mundial de Clubes, y este domingo lo demostró con actuaciones destacadas. Palmeiras y Botafogo, dos de los representantes brasileños, dejaron su huella en la segunda jornada del torneo. Palmeiras empató sin goles con Porto en Nueva Jersey, un encuentro en el que merecieron más, mientras que Botafogo superó 2-1 a Seattle Sounders en su propio estadio. Estas actuaciones reflejan que, aunque puede estar detrás de Europa en términos de fútbol, el subcontinente sudamericano está decidido a mostrar su orgullo y competitividad. Botafogo no necesitó desplegar su mejor juego para ponerse al nivel del PSG en el grupo B, un resultado que hundió al Atlético de Madrid al último puesto después de ser derrotado por 4-0 por el campeón europeo en Los Ángeles.
Mientras tanto, Palmeiras hizo un despliegue de poderío ante 25,000 espectadores brasileños, mostrando solidez tanto dentro como fuera de la cancha en el partido frente al Porto. A pesar de un empate sin goles, Palmeiras demostró su capacidad con numerosas situaciones de ataque, destacándose Estevao y Murilo. En otro punto del torneo, Bayern Múnich protagonizó una contundente goleada de 10-0 sobre Auckland City, evidenciando la disparidad de nivel. En este contexto de contrastes, el torneo continuará con más partidos cruciales, atrayendo atención sobre la brecha perceptible entre el fútbol europeo y sudamericano. El cartel de los simpatizantes del Bayern en alusión a la FIFA añadió otro matiz de tensión fuera del campo, manifestando su descontento con la gobernanza del fútbol mundial bajo Gianni Infantino.
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