Bouncer Digital, una prometedora startup española, ha avanzado notablemente en la protección de menores en espacios digitales al asociarse con CumLouder, la principal plataforma de contenido para adultos en español. Esta colaboración introduce un sistema de acceso basado en inteligencia artificial, diseñado para verificar la edad de los usuarios de forma ágil y segura, en consonancia con la nueva Ley de Protección al Menor en Entornos Digitales, que el Gobierno español presentó a las Cortes el 25 de marzo.
La innovadora tecnología de Bouncer Digital combina inteligencia artificial y biometría para estimar y verificar la edad, optimizando así la experiencia del usuario. Jorge Bardón, CEO de la startup, asegura que este sistema reduce en un 50% la pérdida de tráfico comparado con métodos tradicionales, como aplicaciones móviles o e-Wallets, que suelen ser más lentos y engorrosos.
Con este sistema, los usuarios pueden verificar rápidamente su edad de manera anónima mediante un escaneo facial a través de la cámara de su teléfono. Si la estimación inicial no es acertada, se solicita una identificación oficial adicional, asegurando el cumplimiento normativo sin complicaciones para la mayoría. Esta validación híbrida no solo preserva la privacidad de los usuarios, sino que también ofrece una experiencia más fluida frente a los procesos largos de los métodos convencionales.
Desde mediados de 2024, CumLouder ha estado probando este sistema, comprobando su eficiencia y menor intrusividad en comparación con otras soluciones. Bardón también resaltó que, en el ámbito europeo, las regulaciones se han vuelto más estrictas, como la Ley de Servicios Digitales de la UE, que impone sanciones severas a quienes no cumplen con las normas de protección.
Además, la tecnología de Bouncer Digital ya se aplica en sectores como la venta de bebidas alcohólicas y otros productos para mayores de edad, consolidando así su ventaja competitiva en el cumplimiento regulatorio sin afectar la experiencia del usuario. Bardón finalizó remarcando la necesidad de normativas que protejan a los menores no solo de contenidos para adultos, sino también de productos como alcohol, tabaco y juegos de azar, subrayando que su tecnología proporciona un entorno seguro para los datos personales de los usuarios.