La creciente percepción de que los actos en Gaza constituyen un genocidio ha cobrado fuerza en Europa, especialmente en España, donde se apoya la creación de un Estado palestino. En el escenario europeo, la figura de Josep Borrell se destaca por sus críticas a la inacción de la UE, acusando a Israel de violar derechos humanos sin recibir sanciones debido a la falta de consenso entre los países miembros. Borrell, en su intervención en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo, instó a los Estados a llevar a las instituciones europeas ante los tribunales para hacer cumplir los tratados humanitarios, expresando la necesidad de una respuesta moral ante la situación.
Borrell no ahorra críticas y expone lo que él considera un complejo de culpa de Alemania que influye en la política europea hacia Israel. Según el ex jefe de la diplomacia europea, esta herencia histórica bloquea una respuesta firme, afectando también la ayuda a Ucrania ante la amenaza rusa. Critica la entrega tardía y parcial de ayuda militar a Kiev, sugiriendo que una respuesta más decidida podría cambiar el curso del conflicto. Borrell recalca que Europa debe redefinir su papel y compromiso ético frente a estos desafíos internacionales para recuperar su identidad y valores.
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