En la Plaza de Las Ventas, la corrida In Memoriam de Victorino Martín mostró una tarde de altibajos en la Feria de San Isidro. Los cinco primeros toros del ganadero presentaron un desempeño desigual, variando entre deslucidos y descastados, lo que dificultó el lucimiento de los toreros. Sin embargo, el sexto toro, Milhijas, de 594 kilos, trajo consigo un respiro. Este ejemplar destacó por humillar en el capote de Borja Jiménez y ofrecer una embestida noble en la muleta por el pitón izquierdo, lo que permitió al torero sevillano ejecutar muletazos coreados por el público, ansioso de emoción en la plaza llena.
A pesar de algunos momentos de calidad, la actuación fue marcada por dificultades y descontento. Jiménez logró una estocada certera que le valió dos orejas y la salida por la Puerta Grande, acompañado por Victorino Martín García. Sin embargo, la celebración fue criticada por quienes pensaron que no fue merecedora de tales honores. Por otro lado, Emilio de Justo y Paco Ureña lidiaron con astados complicados y tuvieron actuaciones irregulares, destacando solo De Justo con una oreja por una brillante estocada al quinto toro. Así, la tarde quedó marcada por luces y sombras, reflejando la complejidad de un espectáculo taurino que no alcanzó la excelencia esperada.
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