Román Collado y Borja Jiménez protagonizaron un esperado mano a mano en la plaza con los siempre desafiantes toros de La Quinta, un evento taurino que atrajo a numerosos aficionados. La tarde se mostró intensa desde el inicio, con Román demostrando un gran dominio y habilidad frente a los astados. Su técnica depurada y valentía le permitieron ejecutar faenas memorables que fueron ovacionadas por el público. Sin embargo, no estuvo exento de momentos críticos, en los que la agilidad y experiencia del torero evitaron situaciones de riesgo mayor.
Por su parte, Borja Jiménez no se quedó atrás y mostró por qué es considerado una de las promesas emergentes del toreo. Con una actitud decidida, enfrentó a los temidos toros de La Quinta con maestría y temple, arrancando repetidos aplausos de la audiencia. Sus faenas combinaron arte y precisión, dejando una marca indeleble en el ruedo. A lo largo de la tarde, tanto Collado como Jiménez evidenciaron por qué son figuras destacadas en el mundo taurino actual, ofreciendo un espectáculo de alto nivel que culminó entre vítores y la satisfacción de haber brindado una jornada memorable a los asistentes.
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