El Gobierno de Gabriel Boric ha decidido no seguir adelante con la adquisición de la residencia del fallecido expresidente Salvador Allende, luego de enfrentar críticas y cuestionamientos legales. La casa, conocida como «La Moneda chica», fue objeto de controversia debido a que una de las propietarias es la actual ministra de Defensa, Maya Fernández Allende, nieta del exmandatario. De acuerdo con la Constitución chilena, los ministros tienen prohibido establecer contratos con el Estado durante su tiempo en el cargo. El anuncio inicial de la compra pretendía convertir la propiedad en un museo, pero ahora el Ministerio de Bienes Nacionales ha comunicado que, debido a la compleja estructura de copropiedad entre los herederos de Allende, la adquisición no es viable.
Por otro lado, el proceso de compra de las casas del expresidente Patricio Aylwin sigue adelante. Estas propiedades, ubicadas en Santiago, pertenecen a los nietos de Aylwin, entre ellos Mariana Aylwin, exministra de Educación. Una de las casas ya opera como museo y sede de la Fundación Patricio Aylwin. La intención del gobierno es preservar el legado de los presidentes democráticos de Chile como parte del patrimonio nacional. El Ministerio de las Culturas y el Servicio Nacional del Patrimonio Cultural, junto con la familia Aylwin, desarrollarán el proyecto museístico para esas propiedades. La administración Boric ha subrayado la importancia de asegurar el cumplimiento preciso de las normativas legales en todo el proceso, enfatizando la transparencia y el respeto al patrimonio histórico.
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