El presidente de Chile, Gabriel Boric, ha sido objeto de críticas tras confesar que estaba al tanto de las acusaciones de violación y abuso sexual contra el ex subsecretario del Interior, Manuel Monsalve, dos días antes de que este presentara su dimisión. Según una declaración proporcionada a los fiscales encargados de la investigación, Boric se enteró de la denuncia el 15 de octubre, cuando la ministra del Interior, Carolina Tohá, le informó sobre el caso y la investigación en curso por parte de la Policía de Investigaciones (PDI). Monsalve, recientemente formalizado, enfrenta serias acusaciones tras su detención y posterior traslado al Centro de Justicia en Santiago. Las indagaciones incluyen el análisis de cámaras de seguridad para esclarecer los hechos ocurridos entre el 22 y 23 de septiembre, cuando Monsalve y su asesora compartieron una cena que terminó en el hotel donde él residía.
El desenvolvimiento del caso ha golpeado severamente al gobierno de Boric, quien enfrentó un momento incómodo durante una rueda de prensa, interrumpida en dos ocasiones por su asesora de comunicaciones. Al ser cuestionado sobre su conocimiento del caso, Boric justificó que inicialmente solo tenía «información a grandes rasgos» y que conversó con Monsalve sobre la necesidad de revisar las cámaras de seguridad del hotel para obtener claridad sobre lo sucedido. A pesar de su renuncia, las críticas de la oposición no han cesado. Líderes de partidos de derecha han cuestionado la respuesta inicial del mandatario, sugiriendo que podría haber actuado con mayor contundencia al enterarse de la situación. La gestión de la crisis por parte del gobierno es objeto de escrutinio público, alimentando la controversia y las tensiones políticas en el país.
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