En la exhaustiva operación de rescate que se lleva a cabo tras el devastador siniestro, las labores se extienden hasta el anochecer con el objetivo de localizar y rescatar a posibles víctimas en áreas de acceso complicado. A pesar de las difíciles condiciones en el terreno, los equipos de emergencia trabajan sin descanso y han logrado recuperar los cuerpos de una decena de fallecidos. La operación, que continúa en desarrollo, presenta constantes desafíos debido a la complejidad de los escombros y las condiciones climáticas adversas que dificultan la tarea de los rescatistas.
La magnitud del desastre ha movilizado recursos de distintas agencias de emergencia, que coordinan esfuerzos para maximizar la efectividad del rescate. Las autoridades han establecido un perímetro de seguridad alrededor de la zona afectada, mientras se intensifican las labores de búsqueda y se evalúan los riesgos para evitar nuevos incidentes. La comunidad local, golpeada por la tragedia, se mantiene a la espera de noticias sobre posibles sobrevivientes, mientras se implementan centros de atención para familiares de las víctimas y se recaba información sobre el incidente para esclarecer las causas del siniestro.
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