En un incidente reciente en el sur del Líbano, un ataque aéreo israelí ha resultado en la muerte de tres trabajadores vinculados a medios de comunicación libaneses, según denuncian medios locales. Las víctimas, un camarógrafo y un ingeniero de Al Mayadeen, y otro camarógrafo de Al Manar, todas organizaciones con conexiones a Hizbulá, se encontraban en una residencia que fue objeto directo del bombardeo en la ciudad de Hasbaya. Relatos de medios como Al Yazira indican que la ofensiva ocurrió a primera hora de la mañana, y que la ubicación no había recibido ninguna orden de evacuación previa. Este ataque se suma a un conflicto creciente entre Israel e Hizbulá, que comenzó el 8 de octubre tras el lanzamiento de proyectiles por parte de los chiíes en apoyo a Gaza.
En paralelo, las tensiones se han intensificado con las acusaciones del ejército israelí hacia seis periodistas de Al Yazira en Gaza, a quienes el gobierno israelí señala como afiliados a grupos militantes como Hamás y la Yihad Islámica. Aunque el ejército israelí ha presentado documentos que, según ellos, prueban estas conexiones, las ONG y asociaciones de prensa han criticado duramente estas afirmaciones, señalando una falta de evidencia creíble. El Comité para la Protección de los Periodistas ha expresado su preocupación, recordando incidentes previos donde las pruebas presentadas por Israel se consideraron inconsistentes. La situación refleja el delicado equilibrio entre la libertad de prensa y la seguridad en medio de un conflicto armado que ya ha cobrado numerosas vidas en la región.
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