En la madrugada de este lunes, un ataque aéreo del Ejército israelí impactó en las tiendas de desplazados situadas en el hospital Al-Aqsa en Gaza, resultando en múltiples muertes y un número significativo de heridos. Según la agencia palestina Wafa, el bombardeo afectó directamente a las estructuras donde se albergaban personas desplazadas, elevando la cifra de víctimas en un entorno ya castigado por el conflicto. Las Fuerzas Armadas de Israel afirmaron que el ataque fue dirigido específicamente contra un centro de comando de Hamás, que, según su comunicado, operaba dentro de un antiguo hospital, sin precisar la cantidad de bajas causadas por su operación. La cadena Al Jazeera reportó que al menos cuatro personas perdieron la vida y alrededor de 70 resultaron heridas, muchas de ellas de gravedad crítica.
En paralelo, la Franja de Gaza sigue enfrentando el asedio de las fuerzas israelíes, como denunció el Ministerio de Salud gazatí, controlado por Hamás, advirtiendo sobre el peligro creciente para la vida de los pacientes en los hospitales del norte de la región. La escalada de violencia continuó con el bombardeo de artillería israelí sobre una escuela en el área de Al-Mufti, que dejó al menos 19 palestinos muertos. Este ataque se suma a una serie de acciones militares que, desde el inicio de la ofensiva israelí en respuesta a un ataque de Hamás el 7 de octubre de 2023, ha cobrado la vida de más de 42.200 personas y ha dejado a otras 98.400 heridas en Gaza, intensificando el panorama crítico en un territorio desgarrado por el conflicto.
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