Jair Messias Bolsonaro enfrenta uno de los juicios más significativos de la historia reciente de Brasil, acusado de intentar un golpe de Estado tras perder las elecciones presidenciales de 2022 contra Luiz Inácio Lula da Silva. El expresidente, de 70 años, que permanece en prisión domiciliaria por problemas de salud, ha seguido el inicio de las deliberaciones del Tribunal Supremo desde su residencia. Bolsonaro y siete de sus colaboradores, incluidos antiguos ministros, han sido señalados por planear subvertir el orden democrático. Durante la sesión inaugural, el juez instructor Alexandre de Moraes destacó la importancia de la fortaleza institucional y criticó presiones externas, particularmente desde la administración de Donald Trump, que impuso aranceles del 50% a Brasil.
El juicio cobra relevancia al ser la primera vez que un exmandatario militar rinde cuentas ante un tribunal por intentar alterar el orden democrático en la república brasileña. Las deliberaciones se transmiten en vivo, reflejando la transparencia del proceso. El fiscal general, Paulo Gonet, presentó evidencias de delitos como abolición violenta del Estado de derecho y pertenencia a organización armada. Bolsonaro podría enfrentar más de 40 años de prisión si es condenado. Con el país profundamente polarizado, mientras el presidente Lula lidera los actos oficiales del Día de la Independencia, el bolsonarismo organiza manifestaciones en defensa de la libertad de expresión, aumentando la tensión en un Brasil que enfrenta complejas dinámicas políticas.
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