La cafeína en forma de «bolsitas» se ha convertido en la nueva tendencia entre los adolescentes, especialmente en algunos países donde el producto ya es popular. Estas bolsitas, similares a las de nicotina, se colocan en la boca y liberan cafeína directamente al torrente sanguíneo, proporcionando un rápido aumento de energía. Cada unidad puede contener hasta 200 mg de cafeína, es decir, el doble que una taza de café normal. La facilidad de uso y la discreción de estas bolsitas hacen que resulten atractivas para los jóvenes, que buscan un impulso rápido para el estudio o el ejercicio.
Sin embargo, el uso de estas bolsitas también plantea preocupaciones. La rápida absorción de cafeína puede aumentar el riesgo de efectos secundarios adversos, como taquicardia, ansiedad e insomnio. Además, la falta de regulación y las restricciones de edad laxas comparado con otros productos similares suscitan inquietudes sobre su consumo entre los jóvenes, quienes pueden tener baja tolerancia a la cafeína. Los expertos advierten que el uso excesivo podría derivar en emergencias médicas, sobre todo si se combinan con otras fuentes de cafeína, como las bebidas energéticas.
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