El tradicional bollo de mantequilla, un dulce emblemático de Bilbao, ha acompañado las infancias de muchos en la ciudad y sigue siendo un placer para adultos que crecieron con esta delicia. Originalmente conocido solo por los lugareños, su popularidad ha crecido con la transformación de Bilbao gracias a la llegada del museo Guggenheim, que ha atraído al turismo. Este aumento en la demanda ha llevado a una proliferación de versiones del bollo, haciendo complejo identificar los más auténticos.
En un esfuerzo por clasificar la calidad de estos bollos, se realizó una cata en la que se probaron siete ejemplares de diferentes pastelerías locales. En lugar de puntuaciones tradicionales, se utilizó una «tier list» para categorizarlos en cuatro niveles: desde «bollo para turistas» hasta «bollo nivel Dios». Los establecimientos participantes fueron Arrese, Heladería Alaska, Martina de Zuricalday, Zuricalday (Getxo), Don Manuel, Leku-Ona (Mungia) y Labeko. Los resultados de esta experiencia pueden verse en un vídeo disponible en YouTube.
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