La Asamblea Legislativa de Bolivia ha aprobado una ley que prohíbe definitivamente el matrimonio infantil, eliminando la excepción que permitía a adolescentes de 16 y 17 años casarse con consentimiento parental o judicial. Esta medida busca erradicar uniones precoces y matrimonios propiciados por acuerdos familiares que vulneran los derechos de los menores, exponiéndolos a situaciones de abuso y violencia. El movimiento feminista y organizaciones internacionales, como Save The Children, celebran la decisión, destacando que estas uniones encubren historias de violencia sexual, explotación y embarazos no planificados. Desde 2010, más de 11,000 adolescentes entre 13 y 17 años contrajeron matrimonio, con un alarmante 89% de las uniones siendo niñas.
Virginia Velasco Condori, senadora y promotora de esta política, subraya que la reforma es una victoria para las niñas más vulnerables, y aunque la ley no es punitiva, los oficiales que permitan matrimonios ilegales podrían enfrentar sanciones penales. Expertos destacan la necesidad de políticas educativas para empoderar a las niñas y evitar que abandonen sus estudios. Los datos reflejan un grave contexto de embarazos adolescentes y abandono escolar, especialmente en áreas rurales donde estas prácticas son más comunes. Esta legislación convierte a Bolivia en el 14º país de Latinoamérica en prohibir el matrimonio infantil, avanzando en la protección de los derechos de niñas y adolescentes.
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