Una espectacular bola de fuego, tan brillante como la luna llena, cruzó los cielos de la Península Ibérica tras el impacto de un meteoroide, una roca procedente de un cometa que entró en la atmósfera terrestre a 98.000 kilómetros por hora. El fenómeno tuvo lugar a las 2:39 de la madrugada del viernes y fue inicialmente captado por los detectores del complejo astronómico de La Hita, en La Puebla de Almoradiel, Toledo. La trayectoria del meteoroide comenzó a unos 102 kilómetros sobre Motilleja, Albacete, y avanzó en dirección noreste, donde se extinguió a una altitud de 71 kilómetros sobre Navas de Jorquera. Gracias a su gran luminosidad, el bólido pudo ser observado desde más de 700 kilómetros de distancia.
El análisis de las imágenes revela que el meteoro se desintegró completamente durante su paso atmosférico, recorriendo aproximadamente 34 kilómetros antes de desaparecer sin dejar fragmentos en el suelo. Esta observación forma parte del Proyecto Smart, impulsado por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas, cuyo objetivo es monitorear y estudiar el impacto de objetos del Sistema Solar. Además de los detectores en La Hita, el fenómeno fue registrado por otros observatorios de la red en varias localidades de España, destacando la colaboración entre diferentes instituciones en la vigilancia del cielo.
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