Boeing está considerando la venta de Jeppesen, su filial adquirida en el año 2000, con el propósito de reducir su deuda actual de 57.700 millones de dólares (53.940 millones de euros). La empresa podría obtener hasta 6.000 millones de dólares (5.609 millones de euros) por esta transacción. Con un asesor a bordo, Boeing está en proceso de decidir sobre el futuro de esta empresa, que ha demostrado ser rentable y posee una amplia base de clientes a nivel global, incluyendo varias aerolíneas. Se prevé que la posible venta tenga lugar en la primera mitad de 2025, según las informaciones proporcionadas por Bloomberg. Jeppesen es bien conocida por su oferta integral de servicios que incluyen datos de navegación, planificación informatizada de vuelos, productos de software de aviación y servicios meteorológicos, entre otros.
Paralelamente, Boeing enfrenta problemas financieros y operacionales que se han visto agravados por una huelga de 53 días en Seattle, la cual finalizó tras acordar un aumento salarial del 38% en un periodo de cuatro años y mejores condiciones de jubilación para los trabajadores. Este conflicto se suma a las dificultades que experimenta la compañía desde un incidente con Alaska Airlines que implicó el desprendimiento de un panel. Los resultados trimestrales recientes de Boeing reflejan una preocupante triplicación de sus pérdidas netas, alcanzando los 7.968 millones de dólares (7.448,6 millones de euros) entre enero y septiembre, marcando un incremento del 260% respecto al mismo periodo del año anterior. Además, Boeing ha reportado un menor volumen de entregas de aviones, sumado a los cargos previamente anunciados en sus programas comerciales y de defensa.
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