En un esfuerzo por mejorar la calidad del aire y combatir el cambio climático, 24 ciudades madrileñas, incluida la capital, se encuentran bajo la obligación de establecer una Zona de Bajas Emisiones (ZBE) en sus territorios municipales. Esta medida, respaldada por la normativa europea y reflejada en la nueva Ley de Cambio Climático y Transición Energética de España, busca reducir de manera efectiva los niveles de contaminación atmosférica mediante la restricción del acceso a determinadas áreas para los vehículos más contaminantes.
Las Zonas de Bajas Emisiones están diseñadas para restringir el tránsito de coches que no cumplen con los estándares de emisión establecidos, promoviendo así el uso de alternativas más limpias como vehículos híbridos, eléctricos y medios de transporte público. Con la inclusión de Madrid y otras grandes ciudades, la iniciativa no solo apunta a cumplir con los objetivos ecológicos a nivel europeo, sino también a mejorar la calidad de vida y la salud pública de los ciudadanos, representando un paso significativo hacia un futuro más sostenible y menos contaminado.
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