El pequeño municipio de Calatorao, en Zaragoza, está a punto de experimentar una transformación radical al convertirse en el próximo polo tecnológico de España. Blackstone, a través de su filial QTS Data Centers, invertirá en la construcción de un campus que albergará ocho centros de datos bajo el proyecto Rhodes. Este ambicioso desarrollo se llevará a cabo en varias fases hasta el año 2035, con el primer edificio previsto para estar operativo en 2028, y obras que comenzarán a principios de 2026 tras la aprobación del PIGA (Proyecto de Interés General de Aragón).
El impacto laboral del proyecto es notable, con la creación de 1.200 empleos durante la fase de construcción y 200 puestos permanentes cuando esté en operación. La diversidad en los perfiles requeridos incluye desde electricistas y técnicos de planta hasta ingenieros eléctricos y mecánicos.
Durante un encuentro abierto al público en el pabellón multiusos Mario Ortega, aproximadamente 200 residentes locales conocieron los detalles del proyecto, como la transformación del suelo industrial y las innovaciones en sostenibilidad y uso del agua. Bruno Bravo Martín, director de Preconstrucción de QTS para Europa, destacó la transparencia como eje central del evento y valoró positivamente la recepción de la comunidad.
El proyecto ya ha sido presentado al Gobierno de Aragón, y se espera una aprobación inicial este mes y definitiva en febrero de 2026. Tanto las autoridades autonómicas como municipales están comprometidas con la agilización del desarrollo, aunque David Felipe, alcalde de Calatorao, subrayó la necesidad de aumentar la oferta de viviendas para acomodar a nuevos y actuales residentes.
QTS se compromete a priorizar la contratación de mano de obra local e implementará programas de formación en colaboración con instituciones educativas. Además, el plan incluye inversiones en servicios comunitarios y zonas verdes, reforzando así su compromiso con la calidad de vida y la inclusión social.
En el ámbito medioambiental, el campus utilizará sistemas de refrigeración avanzados para maximizar la eficacia del uso del agua, crucial para la sostenibilidad en un entorno rural.
Este proyecto coloca a Calatorao en el mapa de la economía digital europea, aprovechando el crecimiento de sectores como la inteligencia artificial y el cloud computing. Aragón ya se perfila como un destino atractivo para operadores tecnológicos gracias a su infraestructura, conectividad y estabilidad energética. El proyecto Rhodes no solo diversificará la economía local, tradicionalmente agrícola, sino que también podría atraer a más empresas tecnológicas y proveedores de servicios digitales.
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