En un encendido acto de campaña en New Hampshire, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, lanzó una dura advertencia al ex presidente Donald Trump al declarar: «Tenemos que encerrarlo». Estas palabras, que rápidamente generaron una intensa reacción en su audiencia, fueron seguidas de una aclaración política por parte de Biden, quien precisó que se refería a «encerrarlo políticamente». Este comentario se produce en un contexto electoral tenso, donde Trump ha recortado distancias en las encuestas frente a Kamala Harris, la actual candidata demócrata respaldada por Biden. El estado de New Hampshire, considerado un territorio electoral indeciso, se convierte en crucial para la pugna electoral. La competencia se intensifica debido a los indicios de que Trump podría repetir el triunfo electoral de 2016, logrando los 312 votos electorales necesarios para ganar la presidencia.
Estas declaraciones marcan la primera intervención pública de Biden en la campaña, después de haber sido presionado para retirarse de la carrera presidencial tras un debate en que su desempeño fue fuertemente criticado por problemas de salud mental y coherencia en sus respuestas. Biden ha prometido su apoyo a Harris, aunque ha mantenido un contacto escaso con líderes demócratas influyentes como el ex presidente Barack Obama. Mientras tanto, Trump se ha enfrentado a serios desafíos de seguridad personal, incluyendo un intento de atentado que ha llevado a refuerzos en su protección durante los eventos públicos. Estos incidentes subrayan la polarización y la volatilidad que caracterizan la actual escena política estadounidense a tan solo semanas de las elecciones presidenciales.
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