El presidente Joe Biden está evaluando la posibilidad de otorgar indultos preventivos a funcionarios y aliados políticos antes de que Donald Trump asuma formalmente el cargo, en un intento por protegerlos de posibles represalias del nuevo gobierno. Esta discusión, adelantada por el medio Politico, ha tomado forma tras el reciente indulto presidencial otorgado a su hijo, Hunter Biden, exonerado de cargos fiscales y relacionados con armas. La medida recuerda al indulto masivo otorgado por Gerald Ford a Richard Nixon tras el escándalo de Watergate. La preocupación por un posible uso de las instituciones judiciales para perseguir a opositores ha aumentado, especialmente tras saberse que Trump ha nominado a figuras controvertidas como Pam Bondi y Kash Patel para altos cargos en el Departamento de Justicia y el FBI, respectivamente.
Entre los posibles beneficiarios de estos indultos se mencionan nombres destacados como Liz Cheney, Anthony Fauci y Jack Smith, quienes han sido críticos de la administración Trump y ahora son objeto de ataques por parte de sectores de la derecha. Sin embargo, algunos, como el senador Adam Schiff, han expresado su oposición a estos indultos preventivos, argumentando que podrían interpretarse como una admisión de culpa. Al mismo tiempo, figuras como Olivia Troye han manifestado su preocupación por la posibilidad de enfrentar represalias y amenazas legales. «No he cometido ningún delito, pero estos son tiempos muy diferentes», señaló Troye, reflejando el clima de tensión e incertidumbre que rodea las inminentes transiciones de poder en Estados Unidos.
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