El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha tomado una decisión histórica al conmutar las sentencias de 37 condenados a muerte federales a cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional, un mes antes de dejar su cargo. Esta medida, que ha supuesto una cantidad de conmutaciones superior a la de sus predecesores en etapas similares de sus mandatos, refleja el compromiso de Biden con la reforma del sistema de justicia. La Casa Blanca destacó que el presidente demócrata aboga por el cese de la pena de muerte federal, salvo en casos extremos como terrorismo y homicidios masivos impulsados por el odio. Desde el inicio de su administración, Biden ha impuesto una moratoria sobre las ejecuciones federales, y con estas acciones busca prevenir que futuras administraciones restablezcan sentencias de muerte en circunstancias que no se alinearían con las políticas actuales.
En otra muestra de su enfoque compasivo hacia la justicia, Biden ha concedido indultos y conmutaciones a cerca de 1,500 estadounidenses que mostraron rehabilitación y compromiso con la seguridad comunitaria, siendo el mandatario que más personas ha indultado en un solo día. Esta iniciativa incluye, por primera vez, indultos categóricos a individuos condenados por el simple uso y posesión de marihuana y a exmilitares LGBTQI+ penalizados por su orientación sexual. Entre los beneficiados también se encuentran hispanos como Daniel Troya y Ricardo Sánchez Jr., condenados por asesinatos relacionados con el crimen organizado, así como Jorge Avila-Torrez y Edgar Baltazar García, ambos con conmutaciones significativas. Con estas decisiones, Biden reafirma su postura hacia un enfoque más humano y reformador del sistema penal estadounidense.
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