La industria siderúrgica europea se enfrenta a una situación crítica, según ha alertado recientemente el consejero delegado de Acerinox y presidente de la Unión de Empresas Siderúrgicas (Unesid). Durante un evento, subrayó que el sector está experimentando una «muerte lenta» impulsada por un fenómeno de «deslocalización pasiva». Este término, según el directivo, describe el proceso de pérdida de competitividad frente a otras regiones del mundo, lo que está conduciendo a una reducción gradual y silenciosa de la producción local. La advertencia resalta la urgente necesidad de replantear las políticas industriales para salvaguardar un sector clave para la economía europea.
La situación se agrava por el incremento de costos energéticos y la creciente competencia de países con menores restricciones medioambientales y laborales. Estas condiciones, a juicio del representante de Unesid, dificultan que las siderúrgicas europeas puedan competir en igualdad de condiciones. Además, instó a las autoridades a implementar medidas de apoyo que puedan contrarrestar este éxodo industrial, que amenaza con dejar a miles de trabajadores en la incertidumbre. La advertencia busca ser un llamado de atención para evitar que el continente pierda un pilar fundamental de su capacidad industrial.
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