En un emocionante partido, el Benfica logró adelantarse nuevamente en el marcador gracias a un gol que sorprendió a todos en el estadio. Otamendi lanzó un pase largo a la espalda de la defensa, capitalizando un momento de caos en el área rival. El portero Szczesny salió de su posición intentando despejar el balón, coincidiendo en su trayectoria con Balde, quien descendía en su intento de defender. Este desafortunado choque entre los jugadores azulgrana dejó el balón suelto, oportunidad que Pavlidis no desperdició para confirmar ventaja al anotar el segundo gol para el Benfica.
La anotación fue una muestra del juego dinámico y muchas veces imprevisible que se estaba viviendo en el campo, caracterizado por rápidas transiciones y con ambos equipos buscando insistentemente el arco rival. El tanto generó una reacción diversa en las gradas: mientras los seguidores del Benfica celebraban apasionadamente, los aficionados azulgrana se lamentaban por lo que consideraron un error defensivo crucial. Con este marcador de 2-1, el Benfica se colocó adelante, dejando a su rival la responsabilidad de buscar el empate en los minutos restantes del emocionante encuentro.
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