La menopausia se considera una etapa natural en la vida de la mujer, marcada por transformaciones físicas, hormonales y emocionales. Aunque en el pasado hablar de esta fase o de la perimenopausia era un tabú, en la actualidad se le otorga mayor relevancia y visibilidad. Esta evolución ha permitido que las mujeres compartan sus experiencias y que la comunicación entre expertas y quienes atraviesan esta etapa se haya fortalecido, lo que facilita encontrar maneras de mitigar los efectos negativos de la menopausia mientras se potencian las nuevas oportunidades que pueden surgir.
El cuidado de la alimentación se ha vuelto crucial durante la menopausia, especialmente en lo que respecta al consumo de proteínas. A medida que los niveles de estrógenos disminuyen, las mujeres experimentan una variedad de síntomas y efectos metabólicos, incluyendo la pérdida de masa muscular y un mayor riesgo de afecciones como la osteoporosis. Los expertos sugieren que las mujeres en esta etapa deben incrementar su ingesta proteica, recomendando entre 1,0 y 1,2 gramos por kilo de peso corporal al día, con el fin de mantener tanto la salud ósea como la masa muscular. Priorizar fuentes de proteínas de calidad, tanto animales como vegetales, se convierte en una estrategia clave para enfrentar los desafíos que presenta esta fase de la vida.
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