La revolución digital ha traído consigo un aliado indispensable para la evolución de las pequeñas y medianas empresas (pymes): el cloud computing, conocido también como herramientas de computación en la nube. Esta tecnología no solo democratiza el acceso a servicios anteriormente reservados para las grandes entidades, sino que también mejora el rendimiento de las pymes al incrementar la interacción con los usuarios y reducir costes operativos.
El acto de almacenar y acceder a archivos desde un ordenador o smartphone ha comenzado a dar paso a opciones más sostenibles, como el almacenamiento en la nube. El auge de esta herramienta ha llevado a que se pronostique que un 90% de las empresas migrarán sus datos de Sistemas de Planificación de Recursos Empresariales (ERP) a la nube en el próximo año.
Este cambio masivo se debe a varias razones. El software basado en la nube ofrece eficiencia sin requerir un largo proceso de aprendizaje. Facilita el autoservicio y el pago por uso, optimizando así la planificación estratégica de las pymes. Además, asegura un acceso seguro a los datos, realizando copias de seguridad que permiten la recuperación de información en caso de fallos. Con capacidad para almacenar y procesar grandes volúmenes de datos, la nube brinda recursos casi ilimitados.
Las empresas pueden elegir entre tres modalidades de almacenamiento y procesamiento de datos en la nube, adaptándose a sus necesidades específicas: pública, privada e híbrida.
La nube pública es ideal para aquellas organizaciones que prefieren compartir infraestructura con múltiples clientes, agilizando la implementación de mejoras y reduciendo procesos complejos. Es considerada la opción más viable para pymes y microempresas que inician en el entorno del cloud computing.
Por su parte, la nube privada ofrece una infraestructura exclusiva, brindando un control superior sobre la seguridad y personalización de los datos. Esta modalidad es preferida por empresas que priorizan la gestión segura y personalizada de su información.
La nube híbrida, que combina aspectos de las nubes públicas y privadas, permite la transferencia de datos y aplicaciones entre ambas. Si bien ofrece lo mejor de ambos mundos, debido a su complejidad se recomienda más para grandes empresas y entidades gubernamentales que para pymes.
El cloud computing se establece así como una palanca esencial para la digitalización empresarial. Su flexibilidad, eficacia, seguridad, rentabilidad y valor estratégico lo convierten en un componente vital para las empresas que buscan mantener una ventaja competitiva en el entorno actual. La incorporación de estas herramientas asegura que las empresas se mantengan a la vanguardia de la innovación, fundamental para el éxito en el dinámico mundo de los negocios actuales.