El director general de BBVA en España, Peio Belausteguigoitia, ha defendido la potencial fusión con Banco Sabadell como un movimiento beneficioso para clientes, empleados y accionistas, a la espera del visto bueno del Gobierno. En el marco de la 20 edición del IESE Banking, Belausteguigoitia respondió a la decisión del Ejecutivo de elevar la operación al Consejo de Ministros, argumentando que se necesita evaluar su impacto en el interés general. La preocupación del Gobierno se basa en criterios más amplios que solo la competencia, destacando el efecto que la fusión podría tener en la regulación del sector, así como en la investigación tecnológica y la política social.
Durante su intervención, el directivo valoró el trabajo de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), que tras un análisis extenso y exhaustivo, dio su visto bueno a la fusión. Belausteguigoitia subrayó que la decisión fue unánime y conllevó compromisos por parte de BBVA, incluyendo el mantenimiento de sucursales en localidades con renta per cápita inferior a 10.000 euros y en áreas donde no exista otra oficina a menos de 300 metros. Estas medidas buscan garantizar la continuidad del servicio en comunidades con menor acceso a la banca.
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