El Real Madrid presentó un recurso ante el Comité de Competición tras el informe del árbitro Munuera Montero, en el que se recogía una supuesta ofensa verbal de un jugador madridista. La entidad merengue aportó dos informes lingüísticos con la intención de aclarar que lo dicho fue «Fuck off» en lugar de «Fuck you», buscando así una revaluación de los hechos que, según ellos, reflejaría una menor agresividad en la expresión. Sin embargo, los argumentos proporcionados por el club no lograron persuadir al Comité, que decidió no considerar esta alegación en su resolución final.
En su decisión, el Comité de Competición se mantuvo firme en la sanción impuesta, subrayando que las observaciones del acta arbitral tienen presunción de veracidad salvo prueba en contrario. La postura del organismo refuerza la autonomía y autoridad del árbitro en el terreno de juego al rehusar reinterpretar las declaraciones bajo un nuevo contexto lingüístico presentado por el club. Este desenlace subraya el desafío continuo que enfrentan los equipos en sus intentos de apelar decisiones basadas en interpretaciones subjetivas de incidentes durante los partidos.
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