En un enfrentamiento que dejó al descubierto las notorias diferencias de rendimiento entre los dos equipos, el técnico inglés no escatimó en autocrítica hacia el desempeño de su conjunto. Reconociendo la superioridad del rival, subrayó la necesidad de ser humildes ante un marcador que pudo haber sido aún más abultado. La crítica constructiva es vista por el entrenador como un primer paso para elevar el nivel competitivo y corregir errores que se manifestaron con claridad durante el último duelo en la competición europea.
La estadística fue contundente y reveladora, marcando una distancia que va más allá del resultado final en el campo. La actuación dejó entrever no solo la capacidad anotadora del rival, sino también las falencias defensivas y de coordinación estratégica del equipo inglés. Con la mirada puesta en los próximos desafíos, el entrenador enfatiza en la urgente necesidad de ajustes tácticos y de una mentalidad más resiliente para enfrentar a adversarios de alto nivel. La declaración refleja un compromiso por superar las debilidades y aspirar a un rendimiento que esté a la altura de la competencia en la Champions League.
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