Bélgica ha declarado su intención de reconocer a Palestina durante la Asamblea General de la ONU en Nueva York, siguiendo los pasos de Francia y Arabia Saudí. Esta decisión está condicionada a que Hamás libere a todos los rehenes y renuncie a funciones de gobierno en el futuro Estado palestino. Maxime Prévot, viceprimer ministro y titular de Exteriores, ha confirmado que se implementarán 12 sanciones contra el Gobierno israelí, incluyendo la prohibición de importaciones de asentamientos ilegales y la declaración de dos ministros israelíes como personas non grata. Esta medida surge tras tensiones en el gobierno belga, liderado por Bart De Wever, quien enfrentó presiones para adoptar una postura más firme hacia Israel.
El reconocimiento de Palestina apunta a fortalecer la opción de solución de dos Estados y marcar una posición en contra de la expansión israelí. La medida fue tomada tras un aumento del drama humanitario en Gaza y las violaciones de Israel al derecho internacional, según Prévot. Sin embargo, el reconocimiento formal de Palestina está supeditado a condiciones específicas relacionadas con la seguridad de Israel y la desmilitarización de Hamás. Además, Bélgica buscará una postura europea común para suspender colaboraciones con Israel en áreas como comercio y cooperación técnica, reflejando una creciente presión internacional para abordar el conflicto israelo-palestino.
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