El interrogatorio a Begoña Gómez, esposa del presidente del Gobierno, en la comisión de investigación de la Asamblea de Madrid ha captado la atención pública debido a las acusaciones de posible trato de favor en su nombramiento como catedrática en la Universidad Complutense de Madrid. El Partido Popular, liderado en esta instancia por Mercedes Zarzalejo, ha planteado una serie de preguntas sobre la legitimidad de su posición académica y su trayectoria profesional. A pesar de que Gómez optó por no responder, el exhaustivo cuestionario dejó en el aire cuestiones sobre su idoneidad para el cargo, sus conexiones y las circunstancias que rodearon su ascenso en el ámbito académico. La imagen de una posible ventaja derivada de su relación con el presidente fue recurrente en el interrogatorio.
Mercedes Zarzalejo, con su experiencia tanto en política como en el ámbito universitario, desafió a Begoña Gómez con preguntas incisivas que aludían a posibles irregularidades, como su capacidad para dirigir una cátedra sin los méritos habituales y el acceso a financiamiento superior al estándar de otras cátedras. Lad preguntas, que incluyeron temas desde su presentación como licenciada universitaria hasta el supuesto uso de un software financiado con fondos públicos, evidenciaron la preocupación del Partido Popular por la transparencia en el uso de recursos públicos y el acceso a posiciones de privilegio. El silencioso aplomo de Gómez frente a estas acusaciones generó una sensación de incertidumbre entre los asistentes, dejando en el aire un debate sobre ética y meritocracia en el sector académico.
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