El Gobierno español ha fracasado en su intento de evitar que circulen imágenes de Begoña Gómez, esposa del presidente, en su comparecencia ante el juez Peinado. El vídeo de Gómez, investigada por presuntos delitos de tráfico de influencias y corrupción, ya se encuentra ampliamente difundido, generando un intenso debate en redes sociales y medios digitales. La estrategia de Moncloa, que incluyó una carta de Sánchez simulando una falsa renuncia y un despliegue para ocultar a Gómez, no ha logrado frenar el impacto mediático del caso. En un entorno de libertad de prensa, resulta casi imposible que un evento de tal relevancia pase desapercibido, subrayando la importancia de la transparencia en la esfera pública.
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