En una jornada marcada por la incertidumbre política, España celebró sus elecciones generales el domingo 21 de julio con una participación del 70%. Los resultados preliminares apuntan a un Parlamento fragmentado donde ninguna formación política logró la mayoría absoluta, complicando la formación de un futuro gobierno. El Partido Socialista y el Partido Popular se consolidan como las fuerzas políticas más votadas, seguidos de cerca por los emergentes Vox y Unidas Podemos. La posibilidad de coaliciones será crucial para determinar el próximo Ejecutivo, en un escenario donde el diálogo y los pactos serán determinantes.
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