Con el final del verano, la vuelta a la rutina no solo implica el temido retorno a los madrugones, sino también la llegada del síndrome postvacacional. Este fenómeno se caracteriza por síntomas como malestar, cansancio y apatía, impactando en el bienestar cotidiano de numerosas personas al reincorporarse a su entorno laboral y personal habitual.
Afortunadamente, expertos aseguran que es posible mitigar estos efectos negativos de manera efectiva y rápida mediante la adopción de microhábitos saludables. Incorporar pequeñas actividades diarias que fomenten el bienestar mental y físico, como la práctica de la meditación, respiraciones profundas o pausas activas, puede ser suficiente para superar el síndrome en tan solo dos minutos, facilitando así una transición más llevadera hacia la rutina habitual.
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