El equipo alemán, con una actuación estelar de Harry Kane que anotó un póker de goles, no dejó ninguna opción a su débil rival en un partido arrollador que hizo recordar su aplastante victoria 8-2 contra el Barcelona. En esta ocasión, superaron esa marca con gran autoridad, demostrando una superioridad abrumadora desde los primeros minutos del encuentro. Kane, quien se ha convertido en una pieza clave del ataque alemán, fue implacable en el área rival y se llevó los elogios por su extraordinario rendimiento.
El dominio alemán fue evidente en todo momento, con una defensa sólida que neutralizó cualquier intento del adversario de acercarse al arco. El equipo aprovechó cada ocasión para ampliar su ventaja, demostrando una gran eficacia y cohesión en todas sus líneas. Esta nueva exhibición de poderío no solo reafirma la capacidad goleadora de Kane, sino que también sitúa a los alemanes en una posición de privilegio de cara a sus próximos compromisos, dejando una huella memorable en la historia reciente del fútbol.
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