Barcelona ha celebrado la inauguración del nuevo parque en la Plaza de las Glòries, el segundo más grande de la ciudad, con nueve hectáreas de zonas verdes y más de mil árboles. Sin embargo, la lluvia empañó la fiesta de apertura, a la que asistieron vecinos y concejales. Durante el evento, las asociaciones vecinales manifestaron su desacuerdo y exigieron más viviendas de protección oficial y nuevos equipamientos. El alcalde Collboni destacó el logro de crear una gran área verde, pero admitió que aún queda trabajo por hacer para mejorar la calidad de vida de los residentes, centrándose ahora en la construcción de viviendas y servicios comunitarios como escuelas y centros de asistencia primaria.
El proyecto, que ha transformado la antigua plaza en un espacio verde después de casi dos décadas de trabajos y una inversión de 640 millones de euros, refleja un compromiso a largo plazo para revitalizar el área. A pesar de los logros, las asociaciones de vecinos continúan presionando para que se cumplan las promesas de más equipamientos y viviendas públicas. Recordaron que inicialmente se priorizaron grandes infraestructuras como el Disseny Hub Barcelona y el edificio de los Nous Encants. Aun así, la transformación ha sido significativa, y el Ayuntamiento planea seguir desarrollando el entorno para convertir la zona en un eje central de la ciudad, inspirado en la visión urbanística de Ildefons Cerdà.
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