El Ayuntamiento de Barcelona ha comprometido una inversión significativa de 40,6 millones de euros para modernizar y expandir su red de alcantarillado. Este ambicioso proyecto abarca la rehabilitación de 13 kilómetros y la construcción de nueve kilómetros nuevos de infraestructura, con trabajos que se desarrollarán hasta el año 2027. La primera teniente de alcalde, Laia Bonet, supervisó una parte del proyecto en el paseo Sant Joan, donde explicó que la iniciativa busca mejorar la capacidad hidráulica del sistema y prevenir problemas derivados de lluvias torrenciales, en un contexto donde el cambio climático ha comenzado a impactar gravemente. Con el objetivo de llevar a cabo estas mejoras, el Plan Endreça contempla 201 obras, distribuidas en 50 para el año 2025, 121 en 2026 y más de 30 en 2027.
El sistema de alcantarillado de Barcelona, que se extiende a lo largo de 1.985 kilómetros, está diseñado para manejar tanto aguas residuales domésticas como pluviales. Actualmente, la ciudad cuenta con 15 depósitos de retención de agua de lluvia, combinados con un plan de expansión que contempla la construcción de 29 nuevos depósitos. Entre estos, destaca el importante proyecto en la rambla Prim, destinado a mitigar la insuficiencia hidráulica y a evitar que residuos alcancen el mar, con una inversión superior a 50 millones de euros. Los planes también incluyen obras cruciales como la ampliación del drenaje en Vila i Vilà y la segunda fase del desdoblamiento del colector de la Diagonal, aspectos que buscan mejorar la gestión del agua en áreas críticas de la ciudad como Ciutat Vella y Poble Sec.
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