El Ayuntamiento de Barcelona ha implementado una innovadora estrategia para combatir el calor extremo mediante la instalación de toldos en parques y escuelas. La medida forma parte del Pla Clima, diseñado para adaptarse al cambio climático, y tiene como objetivo crear hasta 194 zonas de sombra antes de 2027. Los primeros resultados indican que estas sombras artificiales pueden reducir la temperatura entre tres y cuatro grados, lo que podría favorecer el uso del espacio público durante las olas de calor. Además, en superficies como bancos y toboganes, la reducción puede alcanzar hasta 15 grados. La primera teniente de alcalde, Laia Bonet, destacó la importancia de estos espacios para aumentar el confort térmico y explicó que su implementación solo se realiza en lugares donde no es posible plantar árboles.
Paralelamente al desarrollo del proyecto de sombra, el consistorio ha fortalecido su red de refugios climáticos, incrementando la accesibilidad para más del 90% de la población. Este esfuerzo forma parte de una inversión de 13 millones de euros destinada a mitigar los efectos de los veranos intensamente cálidos. Los técnicos del Ayuntamiento están monitoreando las variables térmicas con sofisticados equipos, con el fin de determinar las soluciones más efectivas y así perfeccionar futuras inversiones. La situación coincidirá este verano con una huelga indefinida de los socorristas municipales, lo que ha generado preocupación en el ayuntamiento. Laia Bonet espera que las negociaciones con la Generalitat permitan una pronta solución, subrayando la importancia de este servicio durante la temporada alta.
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